26 de abril de 2011

"Somos uno: Un homenaje a los pueblos indigenas"

Estamos ante un libro donde la imagen y la palabra entonan juntas un canto a la belleza de un mundo que puede extinguirse si juntos no unimos nuestras fuerzas, el mundo de las culturas indígenas.

Imágenes cedidas por reporteros gráficos de talla internacional como Sebastião Salgado o Kate Eshelby, que nos invitan a enamorarnos, y a sumarnos a una defensa activa. Acompañando el impacto de la imagen, mil y una palabras de distintos representantes indígenas nos abren ventanas a una cosmovisión de religación con la Tierra en las
que, como dice Davi Kopenawa, un yanomami, «conoceréis algunas de nuestras hermosas historias acerca de los mares, los cielos, nuestras relaciones con los bosques, las extensiones nevadas y los desiertos». De la mano de los bosquimanos, de los innu, de los peman, podremos presentir como hablan «con el alma de la selva, con el alma del agua, el alma de las montañas, el alma de la Luna, del Sol y las estrellas». Unos pueblos estigmatizados por el racismo cruel e ignorante de la necesidad vital que tiene la humanidad de esta biodiversidad a nivel humano y que son menospreciados como primitivos, retrógrados y atrasados; a ellos simplemente no les interesa nuestra civilización.
Cuando destruís las selvas tropicales, segáis las arterias del futuro y la fuerza del mundo sencillamente se consume poco a poco.
Son imágenes e historias de pueblos que sufren «desde la cuenca del Amazonas hasta las zonas gélidas de Siberia; expulsados de las tierras a las que pertenecen, les han robado sus recursos naturales, se han violado sus formas de vida y se han reprimido sus culturas. Una y otra vez, nadie los escucha».

Survival celebra así sus 40 años al frente de la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, rindiendo homenaje a las vidas, las tierras y los valores de estos pueblos con una obra que también llama a la acción para acabar con la opresión que siguen sufriendo hoy en día estas personas y que pone de manifiesto la necesidad creciente y universal de anteponer los valores humanos a los económicos; de frenar el cambio climático y la destrucción de las selvas tropicales; de redefinir los conceptos occidentales de progreso y desarrollo y de dar la importancia merecida a los valores indígenas de equilibrio, humildad y reciprocidad.

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